Los dientes retenidos, incluidos o impactados son aquellos dientes que no han erupcionado durante su periodo habitual. Permanecen en el interior del hueso maxilar de forma parcial o completa, a pesar de haberse formado totalmente.
¿En qué dientes pueden pasar esto?
Lo cierto es que puede suceder indistintamente con los dentición de leche o con la dentición definitiva y en cualquier diente.
Sin embargo, el proceso de inclusión es más común en las muelas del juicio y en los caninos superiores permanentes. Es así debido a que son las últimas piezas dentales en emerger y tienden a no tener el espacio suficiente para salir.
Es un problema que se da con bastante frecuencia actualmente, y se detecta sobre todo en la población mayor a 15 años. Para el diagnóstico de este tipo de problemas, se realiza una radiografía panorámica de la boca. Esta radiografía nos ayuda además a descartar patologías y a determinar las causas del retraso en la erupción.
Las consecuencias de un diente retenido pueden llegar a ser muy graves, y por ello es fundamental su detección temprana.
Clasificación de los dientes retenidos:
Existen dos tipos de retención:
- Retención total: Es el caso de aquellos dientes que se han quedado por completo en el interior del hueso.
- Retención parcial: Los dientes semi-retenidos o semi-incluidos son los que han erupcionado parcialmente en la boca y, dada su posición, son más vulnerables para acumular bacterias y sarro. Es por ello que pueden sufrir formación de caries e infecciones recurrentes.
¿Cuáles son las causas y las posibles complicaciones de un diente retenido?
A pesar de que no en todos los casos existe un factor claro que haya derivado en un diente retenido, algunas de las causas más comunes de este proceso son:
- Infecciones.
- Traumatismos.
- Genética.
- Falta de espacio.
- Malnutrición.
En cuanto a las consecuencias derivadas de las inclusiones dentarias, pueden ser variadas, e inclusive, algunas muy graves.
El diente retenido adquiere una malposición y, como resultado, puede impactar contra las piezas dentales vecinas.
Ello deriva, a su vez, en diversas complicaciones:
- Reabsorción de la raíz.
- Daños en la estructura anatómica (seno maxilar, troncos nerviosos, raíces de dientes adyacentes…).
- Infecciones.
- Alteraciones en la oclusión.
- Aparición de bolsas periodontales.
- Problemas de masticación.
- Formación de caries por la placa acumulada.
- Desarrollo de quistes o tumores.
- Molestia crónica en la boca.
¿Cómo se tratan los dientes retenidos?
Existen tres tratamientos para dar atención a los dientes retenidos:
- Limitarse a controlar su evolución. Únicamente actuaremos de esta manera cuando no haya riesgo de que se produzca ninguna patología.
En prácticamente la totalidad de los casos, se recurre a las otras dos opciones de tratamiento.
- Extraer el diente. A pesar de que sería el último recurso, en el caso de las muelas del juicio se realiza la extracción. En el caso de un canino retenido o alguna otra pieza dental fuera de las muelas del juicio incluido, se valora antes de determinar su extracción.
- Recolocar la pieza dental. Cuando el diente en cuestión tiene una importancia funcional y/o estética,se optará por recolocarlo en el lugar donde debería haber erupcionado de ser posible.
¿Por qué detecta el problema cuanto antes?
Es recomendable que acudas con regularidad al dentista para que pueda comprobar si tienes algún diente incluido, aunque tú no lo hayas notado.
El detectar un diente retenido a tiempo evitara complicaciones como:
- Daños en la raíz o raíces de los dientes adyacentes o vecinos.
- Formación de quistes o tumores.
- Afecciones en las estructuras cercanas como seno maxilares o troncos nerviosos.
Además aumenta la posibilidad de hacer espacio y recolocar el diente retenido en su lugar mediante procedimientos de Ortopedia Funcional de los Maxilares o de Ortodoncia.